La mediación en el ámbito escolar es un sistema altenativo de resolución de conflictos que contribuye a crear una cultura de paz, facilitando el diálogo y ayudando a las personas de la comunidad escolar a resolverlo o transformalo por ellas mismas.
Su finalidad es: prevenir la violencia y peleas entre el alumnado y otros miembros de la comunidad educativa y enseñar habilidades para la solución de disputas, de forma que permite convertir situaciones conflictivas que se viven diariamente en la escuela en oportunidades de aprendizaje, mejorando el clima escolar, el aprendizaje de herraminentas y habilidades aplicables en la vida futura de cada uno de los participantes. De este modo se consigue crear una cultura de paz, afianzando los procesos de diálogo.
La mediación escolar tiene dos vertientes: una preventiva y otra formativa.
La vertiente preventiva enseña a afrontar los conflictos en sus inicios, antes de que se incrementen y exploten, así como ayuda a prevenir, en muchas ocasiones, la aparición de la violencia.
La vertiente formativa enseña al alumno a gestionar los conflictos de la vida diaria en la escuela, al saber cómo se posiciona y comporta ante ellos.
